Salí buscando un puerquito
para asar en nochebuena,
tener segura la cena
y hacer un buen motivito.
Pero llegué al mercadito
y ese plan se me jodió.
Casi un infarto me dio,
de ese trauma yo me acuerdo,
porque la carne de cerdo
fue mucho lo que subió.
Cambié yo entonces de idea
pensando en una paleta,
aunque me quede incompleta
la fiesta va como sea.
Un tipo se carcajea
y se burló en buen cubano:
Eso «vuela» bien temprano
y cuesta bastante estilla,
porque paleta y costilla
es lo más caro en Bayamo.
Pues me voy por la cabeza
y me tiro una caldosa,
igual mi familia goza
si le sumo una cerveza.
Y cuando el socio la pesa
de nuevo el plan se jodió.
Setecientos me pidió
me dijo «y por ser a ti,
la más grande te escogí,
te va con oreja y tó».
Si la cosa ya anda así
me imagino el fin de año,
no resultaría extraño
comerse solo el congrí.
Menos mal ni conseguí
ni la vara ni el carbón.
Ni soñar con un lechón
ni con lomo, ni chuletas
voy a hacerme unas croquetas
pa salvar la situación.