En mis piernas se dormía
sin siquiera conocerla
y siempre es muy grato verla
por su sobrada alegría.
Qué dichosa el alma mía
de tenerla como amiga.
Espero que siempre siga
tan coqueta y tan cordial
como persona especial
para que Dios la bendiga.
Con percheros da pelea,
se defiende en la cocina
y de la Cuca se empina
para que el mundo la vea.
Duerme, ronca y trapichea
siempre la recordaré.
Esta décima mandé
llena de amor y bondades
y un lindo FELICIDADES
para la querida Aymé.