Hoy había desventaja, nos pusieron al mejor pitcher y con su labor nos mantuvo siempre en baja. Es la quince que se encaja, todo el mundo lo sabía. Ese Yuniesky García tuvo tarde de excelencia, apostando a su experiencia y con la curva encendía.
Casi lista la lechada vino Despa de emergente, puso el juego más caliente y embulló a la galopada. Excelente la jugada pero el fuego no alcanzó. La AKM se trabó y corticos nos quedamos pues solo dos anotamos y así mismo se acabó.
En el noveno trajeron al cochero de momento, hoy salió mal el invento, (a batazos lo molieron). Con racimo definieron el jueguito a su favor. Para el domingo mejor espectáculo hay que dar, «la subserie hay que ganar» ya lo dijo el director.
Feliz cumple hijo amado, mi querido Samuelito, mi cúcuru-duendecito que a los trece has llegado. Yo que escribo demasiado no encuentro el verso mejor. Pero te va con amor un beso que llegará con un mensaje: «papá es tu fiel admirador».
Y yo mirándote ahora entiendo cuánto cambiaste, hablas gordo, te estiraste cual variable sucesora. En mi obra soñadora tu nombre siempre estará. Cada marzo cantará un arrurrú majestuoso, con el ritmo más hermoso que a tu alma llegará.
Desde esta lejanía que el destino nos depara, pedí a Dios que te enviara bendiciones cada día. Que la bondad y la alegría sean tus grandes cualidades. Y sin más formalidades de las que pueda escribirte, solo me queda decirte: mi Samu, !Felicidades!
Vino esta tarde el Ratón Pérez a mi cuartico a buscar el dientecito y a dejarnos un bombón. Amelia con emoción de todo le preguntaba. «Que por dónde él entraba, si ese cuarto tiene llave y por supuesto no cabe por la hendija que quedaba».
Le dijo: «tú eres igual que Mickey y Topo Gigio, el ratoncito prodigio que canta en el festival». Lo del bombón no está mal pero no es hoy navidad. Te di un diente de verdad y, ratón que se respeta, regala una bicicleta a las niñas de mi edad.
El ratón muy apenado cabizbajo respondió: ¿y eso quién te lo contó? el negocio no ha cambiado. Ese bombón fue guapeado con el ahorro del mes. Así que Amelia, ya ves, no me formes más perreta, si tú quieres bicicleta que la compre abuela Inés.
Cinco años va cumpliendo la burbujita de aquí, mi «capullo de Amelí» qué rápido vas creciendo. Mientras te voy escribiendo no hago más que recordar. No te pude ni cargar ese día que naciste pero el premio que me diste no se puede superar.
Ya te espera el Ratón Pérez y también el prescolar te empezarán a cobrar las entradas y choferes. Ya bebita tú no eres y leerás esta poesía. Que te sobre la alegría y el amor en plenitud, buenaventura y salud y pases un lindo día.
Con disfraces y tacones, con pulsos y maquillaje, monta a diario un personaje Leila con sus acciones. Hoy nos sobran emociones solo viendo cuanto crece. Cada movida parece que va imitando a mamá. Tan graciosita que está, todo lo bueno merece.
Con globos y cadenetas se adorna lindo este día y uno goza la alegría de sus razones inquietas. Las rimas de los poetas quedan todas en función. Que reluzca la ocasión para esta sobri bonita, porque sonriendo amerita una gran celebración.
Del payaso TumbaCocos cierta vez me disfracé y a tanta gente asusté que corrían como locos. Es que en el mundo hay bien pocos payasos tan manganzones. Llevé mis chistes sangrones -ni los grandes se rieron- y los chamas se durmieron al cantarle mis canciones.
Al hijastro de Belquita por poco le da un infarto al verme salir del cuarto con peluca y naricita. Y de Zoila, su chiquita jamás se le despegaba. Tanto miedo yo le daba que le dijo a su mamita: «vámonos pa la casita» que por qué la castigaba.
¿Inflar globos de los largos? no hombre no, nunca aprendí. Los pulmones me rompí en esos ratos amargos. Ninguno de esos encargos los aprendí yo en la clase. Tuve problemas de base por más colores que hubiera, ser payaso no es cualquiera porque con eso se nace.
A esa pincha renuncié pues no me dio resultados viendo a niños asustados por mucho que me esforcé. Por los cumple que embarqué hoy me siguen reclamando. No me sigan convocando -les aclaro avergonzado- ni me escriban al privado que ya no estoy trabajando.
¿Se acuerdan de la risueña bebé gordita y pelona? Miren cómo evoluciona, ya no se ve tan pequeña. No lo creerá la cigüeña, ya casi alcanza a Samuel. Desde un dibujo en papel ¡mira qué grande te hiciste! ¿en qué momento creciste muñeca María Isabel?
Viene mi príncipe enano con un librito de cuentos a engraciarme sentimientos y tomarme de la mano. Es un pícaro artesano que entreteje fantasía. Con su inocente alegría escribe sobre un papel: «Para papá, de Samuel» la mejor carta del día.
Duendecito encantador un filántropo será, y en mis décimas está como eterno inspirador. Mi libretica de amor se me llena de aventuras. Recuerdo sus travesuras cada día del calendario y recreo su aniversario como tiernas escrituras.
Qué travieso y retozón, ¡cuánta gracia le pintaba! Me gané su carcajada en más de una ocasión. Y perretas, un montón, ¿qué niño no da perreta? Por la bici, o patineta, o por no querer comer, había que siempre tener preparada la chancleta.
«Yo quiero hacerlo otra vez» dijo Samu a horcajadas con sus manitos mojadas y sus ojitos de pez-. «Y volteretas después, y me lanzas hacia el techo». Luego rendido en mi pecho quedé mirando celoso, enamorado y dichoso como padre satisfecho.
Una vez estando en casa y de visita un amigo quise brindarle a mi hijo un traguito en una taza. -Ya veremos lo que pasa, escucharé su opinión- «Mete el dedito campeón, prueba qué bueno está» y me dijo: -¡No papá, los niños no toman ron!-
Toma un gallo del pescuezo y amarró una lagartija me mira por la rendija este vejigo travieso. No se duerme sin el beso y despierta muy temprano. Qué jodedor es mi enano fanático al celular él solo piensa en jugar aunque le duela la mano.
Pequeñuelo vanidoso a la historia le hace drama. El día quince engalana a tu marzo prodigioso. Heredero cariñoso, de la casa el hombrecito. Aquí te va mi besito para verte sonreír y el mundo pueda decir: Feliz Cumple Samuelito.
Cabe en una sonrisa toda la felicidad, pues de un niño, su bondad es la fórmula precisa. Son como la divisa o amuleto para andar. Por ellos puedes armar la más bonita poesía porque impulsan cada día nuestras ganas de soñar.
Ella es la pura sonrisa, la ternura hecha bebé, es la pasión que heredé con alegría y sin prisa. Mi burbujita sumisa, -mi estribillo de canción- beso, cariño, pasión, Amelí, mi amuleto diario, hoy está de aniversario mi pompita de jabón.
Sus retozos mañaneros, sus besitos de dormir, yo me los quiero fundir con sus mañas y sus quieros. Ángel de pasos ligeros que en mi papel se dibuja porque al mirarla me embruja como flecha de Cupido para caerme rendido a los pies de mi burbuja.
Que tu entorno y tu futuro estén siempre bendecidos y no falten regocijos de los que yo te procuro. Que tu corazón sea puro y tu camino el mejor, Dios te libre del dolor y la dicha te sonría para expresar tu alegría en mis escritos de amor.