Ni agitando trapos rojos,
ni con Rompezaragüey,
los Toros de Camagüey
nos entraron por los ojos.
Los lanzadores, bien flojos,
buena paliza aguantaron.
Tal parece ni entrenaron,
(perdonen mi indiscreción),
pero me da la impresión
que más prácticas faltaron.
Castillo se fue a bañar
bien temprano en la jornada,
dejando a Nely embullada
que hasta lo iba a grabar.
Vinieron a despertar
muy tarde los bateadores.
Andan mal los seguidores
me dijo ahorita Pichingo,
pues del juego del domingo
aun les quedan sin-sabores.
No había otra conclusión,
fue culpa hoy del pitcheo,
viendo aún que en el torneo
Camagüey es sensación.
Como dice la canción
y espero alguien concuerde:
«No sufra amigo, recuerde
y apueste para mañana,
que al otro día se gana
si por paliza hoy se pierde».
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