Hoy sí debemos contar que los potros deslucieron, esos «niños» nos vencieron casi casi sin sudar. Se olvidaron de batear los de experiencias y viejos. Muy lentos y sin reflejos, como sin armas en jon. Ni chicharritas, ni ron, jugando así no hay festejos.
Bien es cierto que perdimos y que la cosa está dura, que allí nos pasa factura el nivel adonde fuimos. Pero no importa, tuvimos el honor de un campeonato. Anda hoy el chucho sato pululando por las redes. Esos que «pitan», ¿y ustedes? ¡no van al Cuba hace rato!
Nos ganó la «bestia negra» de Cuba en el extranjero, (con el «staff» tan bolero, cualquier contrario se alegra). Si este equipito se integra buenas cosas podrá hacer. Lo que no pude entender fue esa triste narración. ¿No tendrán motivación ni Rodolfo ni Reinier?
Jueguen, tetracampeones, como si fuera aquí en casa, que poco a poco se engrasa el tubo de sus cañones. Ya nos dieron emociones, salgan pues a divertirse. Con el que sea, a batirse, que ustedes saben ganar. No dejen de batallar, y mucho menos rendirse.
Relucieron sus colores en el abanderamiento y después del juramento recibieron lindas flores. Para Holanda los mejores de mi serie nacional. Lleva Martí en el morral el «resguardo» que empleó, pues con ese le ganó a Ferrer en la final.
Y sigue el ambiente en vilo, que si era out o era quieto, he visto en Feibu un panfleto: «¡Jodieron al cocodrilo!» El campeón anda tranquilo nadie lo va a disgustar. Si en verdad quieren llorar que lloren hacia el Latino, no tiene culpa el equino por esa pifia al cantar.
Ni decidió el campeonato, ni se cambiaba la historia, porque, amigos, la victoria era granmense hace rato. Para todo el insensato le va un mensaje bonito: A mi Bayamo lo invito -deje ya de protestar- venga al Bosque a celebrar que yo le lleno el pomito.
Qué sabrosa esta victoria, cuánto añoro estar allí. Alza el trofeo, Martí, ¡el cuarto de nuestra historia! Otra vez tocan la gloria estos valiosos titanes. Sin estar entre los planes, con ausencias y lesiones, nos llenaron de emociones nuestros bravos Alazanes.
Venecia, Palma, Carlitos, Abreu, Avilés, Milán, Mojena, César, Iván, Alexquemer, Tamayito, Kelvis, Millán, Pedrito, Cedeño, Prieto, Darién. Leandro, Paradelo, bien junto a Castillo aportaron y a los caballos llevaron a esa victoria también.
Gumer, Erluis, Luis Miguel, Valle, Frómeta, Mayito, Carlos Santana, Monguito, nuestras palmas para él. Carlos Martí el timonel, Chicho, Ciro, Luis Ernesto, y a los Santos, por supuesto, va esta felicitación, porque han puesto el corazón y también brindan por ésto.
Con sus trotes provocaron llantos, gritos y suspiros. Nobles, serios y guajiros pero bien nos alegraron. El respeto se ganaron y total admiración. Este llanto de emoción con un trago me lo quito viendo el cartel tan bonito que dice GRANMA CAMPEÓN.
Hoy me subió la presión y ni la calma tenía para escribir la poesía por culpa de mi emoción. ¿Cómo vieron al campeón, no dije que remontaba? Esto mañana se acaba, así estaba en nuestros planes, ganando los Alazanes como mi gente esperaba.
Un monumento a Castillo (o mejor, denle la visa) porque Holanda lo precisa como el pitcher de más brillo. Ni batearle pudo el Grillo que en estos tiempos se crece. Hoy el bosque se estremece y mañana una pancarta dirá: «Tenemos la cuarta, mi pueblo se lo merece!
Me ericé con Pica Pica cuando anoche declaró que «esto aún no se acabó, y nada lo mortifica». «En casa se multiplica nuestra garra y nuestra hombría. Que no falte la alegría y se llene ese Barbados, pues caballos aclamados son más bravos todavía».
Si prendimos fuego ahí a Bayamo aquel enero y Perucho al pueblo entero el himno escribió allí. Si nació el fuego mambí del estadio, bien cerquita. Con la tanta gloria escrita, ¿cómo creen que no podremos y dos juegos no ganemos en esta tierra bendita?
¡Qué gran jueguito señores! Sube y baja la presión, con momentos de tensión para los espectadores. Sabemos que los errores en las finales están. No imagino que dirán los socios de Bola Viva, pues Matanzas los motiva más que el equipo alazán.
En patio ajeno perdimos, se puso la cosa fea, pero aún queda pelea -ya esa historia la vivimos-. En siete juego vencimos a esos cocos ya una vez. Ahora el cuento es al revés, el caballo viene a casa, y veremos lo que pasa allí en suelo bayamés.
Estrategias hay que hacer (es mi modesta opinión), probar otra alineación y nuestras fichas mover. Eso ha aprendido Ferrer sin tener gran poderío. Le vamos «parriba al lío» galopando con estilo. No celebres cocodrilo, que vamos pal barrio mío.
Nadie disfruta perder y nos duele con razones, pero hay muchas emociones que nada tienen que ver. ¿Por qué tienen que ofender a los nuestros en las redes? Ya traspasan las paredes insultos de cualquier tipo. Ellos son de nuestro equipo ¿o no recuerdan ustedes?
Los errores debatimos y en debate analizamos, pero a veces nos pasamos molestos porque perdimos. Los criterios que emitimos van directo hacia el atleta. Y ellos, que en la banqueta esperan ver si se absuelven, de nuevo mañana vuelven con la misma camiseta.
Si eres granmense compay, guarda en gaveta esos bríos. «Yo no le tiro a los míos» ese es el lema que hay. Te mando desde Uruguay mi confianza y mi energía. Y a esa caballería: «Ya lo pasado es pasado» el play off está empatado, quedan trotes todavía.