Saltar al contenido

Etiqueta: duendes

Vino esta tarde el Ratón

Vino esta tarde el Ratón
Pérez a mi cuartico
a buscar el dientecito
y a dejarnos un bombón.
Amelia con emoción
de todo le preguntaba.
«Que por dónde él entraba,
si ese cuarto tiene llave
y por supuesto no cabe
por la hendija que quedaba».

Le dijo: «tú eres igual
que Mickey y Topo Gigio,
el ratoncito prodigio
que canta en el festival».
Lo del bombón no está mal
pero no es hoy navidad.
Te di un diente de verdad
y, ratón que se respeta,
regala una bicicleta
a las niñas de mi edad.

El ratón muy apenado
cabizbajo respondió:
¿y eso quién te lo contó?
el negocio no ha cambiado.
Ese bombón fue guapeado
con el ahorro del mes.
Así que Amelia, ya ves,
no me formes más perreta,
si tú quieres bicicleta
que la compre abuela Inés.

Loading

Amelí, 5 años

Cinco años va cumpliendo
la burbujita de aquí,
mi «capullo de Amelí»
qué rápido vas creciendo.
Mientras te voy escribiendo
no hago más que recordar.
No te pude ni cargar
ese día que naciste
pero el premio que me diste
no se puede superar.

Ya te espera el Ratón Pérez
y también el prescolar
te empezarán a cobrar
las entradas y choferes.
Ya bebita tú no eres
y leerás esta poesía.
Que te sobre la alegría
y el amor en plenitud,
buenaventura y salud
y pases un lindo día.

Loading

¿En qué momento creciste?

¿Se acuerdan de la risueña
bebé gordita y pelona?
Miren cómo evoluciona,
ya no se ve tan pequeña.
No lo creerá la cigüeña,
ya casi alcanza a Samuel.
Desde un dibujo en papel
¡mira qué grande te hiciste!
¿en qué momento creciste
muñeca María Isabel?

Loading

Amelí

Ella es la pura sonrisa,
la ternura hecha bebé,
es la pasión que heredé
con alegría y sin prisa.
Mi burbujita sumisa,
-mi estribillo de canción-
beso, cariño, pasión,
Amelí, mi amuleto diario,
hoy está de aniversario
mi pompita de jabón.

Sus retozos mañaneros,
sus besitos de dormir,
yo me los quiero fundir
con sus mañas y sus quieros.
Ángel de pasos ligeros
que en mi papel se dibuja
porque al mirarla me embruja
como flecha de Cupido
para caerme rendido
a los pies de mi burbuja.

Que tu entorno y tu futuro
estén siempre bendecidos
y no falten regocijos
de los que yo te procuro.
Que tu corazón sea puro
y tu camino el mejor,
Dios te libre del dolor
y la dicha te sonría
para expresar tu alegría
en mis escritos de amor.

Loading

Duende, muñeca, burbuja…

Vino un duende a mi poesía
a que jugara con él
¿cuál es tu nombre?- Samuel,
y alegró la tarde mía.
Yo juro que no sabía
que los duendes eran eternos
juguetones y modernos
como el verso que me dijo:
-Ven a besar a tu hijo-
y fue el regalo más tierno.

A una muñeca rubita
una décima le hice
y disfruté cuanto quise
su figura tan bonita
ni una llovizna le quita
su sonrisa de oropel
digna de que un pincel
dibuje ese gran tesoro
y a todo lo que yo añoro
de mi María Isabel.

Una lágrima se estruja
a kilómetros de aquí
y es que sobre un alelí
se ha posado una «burbuja»
Es Amelia quien me empuja
a cantarle una canción
y apretarla con pasión
por diáfana peregrina
donde su encanto germina
dentro de mi corazón.

Loading