-Vaya Pipo, tas contento, el de anoche lo ganamos. – Y qué, no clasificamos, morimos en el intento. Seguimos en mal momento y un gran cambio se amerita. Guarde usted esa botellita que no habrá celebración, porque nuestra maldición ni San Pedro nos la quita.
Puse el reloj bien temprano y monté mi cafetera, me pasé en madrugadera pero el esfuerzo fue en vano. La maldición del cubano, Holanda, nos dio otra vez. Ya llevamos cero y tres y nos vamos preocupando, pues el ranking va bajando allí en suelo taiwanés.
-¿Y esa cara tío Bruno? Cualquiera pierde un jueguito. – No me jodas tú Pedrito, si no ganamos ninguno. ?? Aquel bateo oportuno lo perdimos hace rato. Ni en un flojo campeonato se regresa con victoria, las medallas y la gloria solo quedan en retrato-.
No hacen falta Kindelán, ni Pacheco, ni Linares, porque nuestros estelares todos saben dónde están. Algún día entenderán los porfiados dirigentes, que si han sido ineficientes con orgullo y con doctrinas, solo abriendo las cortinas habrán luces diferentes.
Cambiaron al director, Higinio ya está en la gloria, se nos fue otra victoria y la cosa anda peor. La pelota en estertor nunca lo imaginaría. Y no es jodedera mía ni que me burle al perder. ¿Qué otra cosa puede ser que no sea brujería?
Curazao fue campeón de aquella liga del trapo Civil haciéndose el guapo y otra vez la decepción. Hay que hacerle una canción a ver si el ego rebrota. Pues de derrota en derrota la copa se va llenando y nos estamos cansando hasta de ver la pelota.
Y no es culpa del bloqueo ni de fuga de talentos, esos tantos descontentos tiene un apodo más feo. Analizo y lo planteo, me doy aliento a mi mismo. Y sin ciego fanatismo yo me atrevo a sugerir, que «otro plan» hay que seguir para salir del abismo.
Orgulloso allá en el cielo está sonriendo Fidel viendo que la obra de él se cumplió como su anhelo. Hoy es un centro modelo de sobradas condiciones. UCI de convicciones del compromiso más puro va conectando al futuro las nuevas generaciones.
Dieciocho primaveras saludando el porvenir con las metas de cumplir cual decorosa trinchera. Es de todas, la primera que por sus logros resalta, sabiendo que no hacen falta alas para hacer un sueño, bastando con el empeño y con la frente bien alta.
Que el decoro y la grandeza sigan siendo su legado, que su triunfo demostrado sea su gran fortaleza. Que avance con su firmeza cumpliendo bien su papel. Que continúe siendo fiel y la patria esté orgullosa y siga siendo gloriosa esta escuela de Fidel.