No sacaban la cabeza
nuestros pitchers este día,
hace rato no veía
a César sin fortaleza.
Seguro fue la tristeza
del anterior que perdimos.
Mucha «alita» que le dimos
a ese tigre traicionero
y en su grama del Cepero
hoy paliza recibimos.
Un chamaquito, Ediel
de diecisiete, ¡novato!,
(enfatizamos el dato)
de quien puso el cascabel.
Un caballo en un cartel
con una soga pintaron.
La subserie la empataron
poco queda por decir
y el de mañana, a sufrir,
ya a Marrero lo anunciaron.
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