Tendremos que soportar
que otra vez en patio ajeno,
hayamos perdido el bueno,
¡la serie particular!
Un nocaut y sin guapiar
los gallos nos dieron duro.
Con el bullpen inseguro
ya nos vamos para Oriente
a ver si en tierra caliente
se agura mejor futuro.
Los gallos kiquiriquí
después de un gran aguacero
les ganaron el primero
a los potros de Martí.
Mi radiecito encendí
porque en la tele, ¡qué va!.
Si el Industriales no está
Rodolfo narra sin gana,
pues sabemos que La Habana
tiene a esa empresa comprá.
Llamé orita a mis padrinos
para del juego contarles
y también felicitarles
por ganarle a los felinos.
-¿Vieron hoy a mis equinos,
y a Ricardo el lanzador?
Ciego que es muy «batiador»
(y él siendo tan jovencito),
tiró como un hombrecito
¡no pudo hacerlo mejor!
Abrió Frómeta dudoso,
(otro caballo no había),
Carlos Martí pretendía
darle juego al «talentoso».
Tuvo un inning tormentoso
y enseguidita explotó.
Pero Granma respondió,
a Duquesne lo traquiaron,
y once rayas le anotaron
al tigre que los retó.
Miguelito Paradelo
¡qué clase juego muchacho!
hiciste un relevo macho
y así igualamos el duelo.
Qué orgullo siente tu abuelo
al verte hoy así, flamante.
Amarraste al contrincante
como todo un jorocón
y el Paquito de Morón
vio a su tigre agonizante.
Grandes Prieto y Pica Pica,
Pedrito Almeida también,
Darián Palma sigue bien
y Millán mucho se implica.
Benítez se sacrifica
aunque le duelen los pies.
Gumersindo usó su arnés
¡al fin Martí se acordó!
Pita el pobre se apuró
(si pronto se irá Avilés).
Esos tigres majaderos
hambrientos allá en su casa,
dieron «cabillas» en masa
a mis caballos guerreros.
Congelados los maderos
alazanes este día.
Y Cedeño que salía
con su estampa moribunda
sacó un flaicito a segunda
y alargó nuestra agonía.
Pregunta el hijo de Cacha
que si el juego lo ganamos
y yo: -pipo, los matamos,
los caballos tan en racha-
No tuvo filo hoy el hacha
frente a Leandro Martínez.
Avilés con bravos swines
y la defensa bien recia,
con Darián Palma y Venecia
destacando en sus jardines.
Ya tenemos treinta y una
victorias en el bolsillo,
aunque bolero el Castillo
la producción fue oportuna.
La «tanda», como ninguna
otra jornada, batió.
Hasta Avilés impulsó
(que eso es digno de admirar),
feliz porque va a viajar
¡ya el dolor se le quitó!
Un chiquito sospechoso
nos dio como tres jonrones
y quebró las ilusiones
del Bayamo talentoso.
Y en la tarde, ¡qué dichoso!
Alain Sánchez nos ganó.
Este sábado quedó
nuestro caballo en la granja,
porque el jugo de naranja
al beberlo lo enfermó.
Me voy para el beisbolito
que hoy será la gran final
y el Bayamo anda letal
gana los dos, segurito.
Me llevaré el radiecito
porque Pachi va a narrar.
Buena fiesta van a dar
a estos niños luchadores
que se han visto superiores
cuando salen a jugar.
Se vende un escobillón
de color verde y barato
quiero el pago de inmediato
que voy a comprarme ron.
¿Por qué mi celebración?
Mejor te cuento enseguida:
Le hemos dao una barrida
así sin más y campantes,
a esos bravos elefantes
allá en mi tierra querida.
