Llamé orita a mis padrinos
para del juego contarles
y también felicitarles
por ganarle a los felinos.
-¿Vieron hoy a mis equinos,
y a Ricardo el lanzador?
Ciego que es muy «batiador»
(y él siendo tan jovencito),
tiró como un hombrecito
¡no pudo hacerlo mejor!
Abrió Frómeta dudoso,
(otro caballo no había),
Carlos Martí pretendía
darle juego al «talentoso».
Tuvo un inning tormentoso
y enseguidita explotó.
Pero Granma respondió,
a Duquesne lo traquiaron,
y once rayas le anotaron
al tigre que los retó.
![]()

Sé el primero en comentar