-Ay mi madre Rafelito,
no se puede ni entender,
hoy volvimos a perder
con Camagüey el jueguito.
Y para colmo al Marquito
el guante se le rompió.
Un huequito se le abrió,
dice, que entre la jaba,
pues la pelota pasaba
y él ni cuenta se dio.
Y ese zurdito abridor
(y perdón que reflexione),
casi siempre que se pone
no convence en su labor.
O relevo o cerrador,
pero más nunca iniciar.
Es bien duro, al empezar,
que nos saquen gran ventaja,
la autoestima así nos baja
y es más duro remontar.
Y ya ven con Industriales,
cuando a constar se llamó,
a Santiago les ganó
y animaron sus parciales.
Porque en Granma sí hay canales,
hay gobierno, hay Partido.
A nuestro equipo querido
le hace falta una inyección,
y un discursito: «Campeón
aún no te des por vencido».
Sé el primero en comentar