Cerquita de La Peseta
-calle Manuel del Socorro-
gastaba todo mi ahorro
del día en una «chupeta».
Con agua y azúcar prieta,
¡cucurucho de papel!
Pirulí de color miel
veinte quilos el trofeo
conseguido en mi recreo
en el duro tiempo aquel.
Con Ernesto o Rodisnel,
con Yoduardis y El pelao,
cada uno entusiasmao
por ver de nuevo «el cartel».
Y si no había, era cruel
virar con todo el dinero.
Qué recuerdo placentero
sobre aquella golosina
alimento y medicina
de mis hambres de pionero.
El poeta Alazán como siempre el mejor. Un abrazo desde Artemisa con calor Granmense