El gallo se atravesó
buscando pleito otra vez
y hoy en suelo bayamés
este juego nos ganó.
El pitcheo se plantó
indescifrable este día.
Ya imagino la poesía
de mi amigo Luis Alberto,
seguro me da por muerto
y quedan dos todavía.
Se extrañó nuestra ofensiva,
no cuajaron las carreras
y fallaron las maneras
que intentó la directiva.
Así se fueron arriba
los gallitos visitantes.
Salieron interrogantes
tras el largo sufrimiento:
¿swing al primer lanzamiento,
a esos pitchers dominantes?
Criticable la jugada
estando el Gato en segunda,
la batería, moribunda,
no aprovechando esa entrada.
Y luego en la retirada
no pusieron emergente.
Una derrota evidente,
sufrió la tropa alazana.
¡Ganar el fin de semana
que no hay de otra mi gente!
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