En el estadio embrujado
de San José de Portuarios,
los centauros temerarios
ganaron juego enredado.
Ya yo estaba preocupado
(no me gustó lo que vi).
Se vio confiado a Martí,
a alazanes sin carisma,
la garra no era la misma
que cuando abrieron aquí.
Menos mal que los tuneros,
(hay que decirlo señores)
esos bravos Leñadores,
son muy buenos peloteros.
Sacudieron cual guerreros
el adverso marcador.
Y mostrando su mejor
experiencia con el bate,
ese cálido combate
terminó a nuestro favor.
Y Mojena demostrando
chamarreta de alazán,
hoy tiró a lo Superman
y nos mantuvo soñando.
Pues que siga relevando
una y otra y otra vez.
Si es verdad que el bayamés
en la serie estuvo mal,
ahora mismo en la final
vale más su brillantez.
Increíble fue saber
que el abridor no hizo el viaje
y que en un corto mensaje
se fue para no volver.
Muy difícil de entender
esta baja repentina.
Todo el mundo hoy opina
su falta de compromiso:
que debió pedir permiso
y evitar la indisciplina.
Pero bueno, sin regaño,
-hoy fue un día de victoria-.
No empañemos nuestra gloria
que los chismes hacen daño.
Un aplauso del tamaño
del cielo para mi gente.
Y aseguro firmemente
que mañana ganaremos
y la serie llevaremos
otra vez para el Oriente.
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