Se oyó clarito «¡Pendejo!»
empezando la mañana,
cuando huía de una rana
mi gran amigo Cundejo.
Tan cobarde siendo viejo
quién se lo iba a decir.
Y después de discutir
con el chama que gritó,
riéndose confesó:
«pensé que me iba a morir».
Y hablando de rana y viejo,
de mala suerte y derrota,
¡clase juego de pelota!
en metáforas lo dejo.
Fue el resultado, reflejo
de falta de corazón.
Mi criterio, mi opinión,
perder un juego ganado
muchas veces ha pasado
ya parece tradición.
Alexquemer regresó
con la bazuca encendía,
pegó jonrón en el día
y la gente se animó.
Hoy Ferrales explotó
pero tampoco tan mal.
Juan Danilo, criminal,
esta tarde muy bolero
y jodiendo un aguacero
nos remató en el final.
Lo peor de la jornada
son las redes hoy por mucho,
los rivales dando chucho
y uno el alma destrozada.
Pero no ha pasado nada
solo herido, nunca muerto.
Granma tuvo un desacierto
y aunque el duelo aún empieza,
hoy le bajo la cabeza
a mi socio Luis Alberto.
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