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Etiqueta: Bayamo

«Levanta Tenuto»

Casi siempre cuando chama,
superhéroes uno tiene
y en la mente lo mantiene
con su anécdota y su fama.
Hoy te vi en el fotograma
allí posando, Israel.
Con ese nombre, no es él,
pues su mayor atributo
es su historia, es Tenuto,
la leyenda en tiempo aquel.

Al montar mi bicicleta
mis primitos me aplaudían,
«levanta gomas», decían
en aquella plazoleta.
Yo me sentía un atleta
con un dominio absoluto.
«Ya tenemos sustituto»,
-ese recuerdo me encanta-
¡Levanta primo, levanta
como lo hacía Tenuto!».

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El ampalla nos jodió…

«El ampalla nos jodió»
-dijo Santana berriao-
«Taba al medio, fue ponchao,
todo el estadio lo vio».
Ganaderos nos ganó
con marcador abultado.
Aunque inverso el resultado
tuvo al menos emoción,
porque el Gumer dio el jonrón
-que Danel Castro no ha dado-

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Con dolores de barriga

Con dolores de barriga
se jugó ayer en el Guaso,
ese buffet fue un bombazo,
todavía se investiga.
Sigue muy bien en la Liga
el pitcher César García.
Se pasó pal otro día
el segundo que tocaba
y, de comida, guayaba
verde se sugería.

Leandro que amaneció
con la curvita malvada,
les repitió la lechada
y otro juego se ganó.
Agricultores llegó
a diez juegos enseguida.
La afición va complacida,
cada estadio se abarrota,
pues quien no va a la pelota
¡no sabe lo que es la vida!

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Chencha

A las 6 de la mañana
Chencha siempre se levanta,
sin «asiarse» ella se planta
pegadita a la ventana.
Tiene dotes la paisana
de captar todo el ambiente.
Sin internet ni corriente
cumple el rol de vigilante,
su curriculo es brillante
despellejando a la gente.

«Pipo tiene una querida»,
«a Yaque le dieron carro»
«no es su hijo, es un tarro»
«mi compay anda en movida».
Pasa el tiempo entrometida,
es un noticiero andante.
No queda vivo el amante,
el negocio o la pelea,
sin que la vieja lo vea
desde un palco bien alante.

Si la vieran desplayada
hablando hasta por los codos
de los vecinos, de todos,
sin sentimientos ni nada.
Fue elegida diputada
que atiende el control interno.
Ya se pelió con su yerno
y no lo quiere tratar,
porque salió a protestar
hablando mal del gobierno.

Echó palante a Pedrito
que revendía el jabón
y hasta habló mal de Gastón
cuando alquiló su cuartico.
Aparece al momentico
con todito su esplendor.
Dice el Jefe de Sector
que es tan eficiente ella,
que el guión de Tras la Huella
con Chencha sale mejor.

Es la doña una figura
de la cuadra y de la zona,
hoy le gritan: «chismozona»
mas no coge calentura.
El karma pasó factura,
tuvo Chencha un problemón:
En los días del ciclón
se le cayó su ventana
y ha pasado la semana
entera sin conexión».

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Tome mijo, veinte pesos

-Tome mijo, veinte pesos,
pa que compre «durofrío».
Vaya a la esquina tendío
que le vendan muchos de esos.
Con lo que sobre, unos quesos
y unas barras de maní.
Y vuelva, lo espero aquí
con el vuelto, que es bastante,
no quiero ningún faltante
que mucha plata hay ahí.-

– Ay no me jodas mi tío,
veinte pesos no me alcanza,
ya con eso nadie avanza
¡veinticinco un durofío¡
No se ve en el barrio mío
nada que cueste barato.
No nos queda ni el retrato
de las meriendas de a peso,
estamos en retroceso
y embarcados hace rato.

Los merolicos te explican
que son leyes del mercado.
En Bayamo hasta el helado
si lo compras, te la aplican.
Sube el precio y justifican
que el culpable es el bloqueo.
Tú sabes lo que yo creo,
-y esta idea sí promete-,
mejor yo cojo el billete
y se lo llevo al museo.

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Ya llegó la caravana…

Ya llegó la caravana
con nuestro equipo glorioso
y en Bayamo, jubiloso,
todo el pueblo se engalana.
Salieron hoy de La Habana
con el triunfo prometido.
Se luchó en cada partido,
nuestra afición disfrutó,
y allí en la Plaza esperó
a su campeón aguerrido.

Pica Pica en el estrado
dijo en nombre de los potros:
«sigan creyendo en nosotros
que el equipo está inspirado»
Viajó Martí emocionado
en toda la trayectoria.
Y en el medio de la euforia
le dio un beso a su mamá
que en su casa siempre está
celebrando su victoria.

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Los monarcas le metieron…

Los monarcas le metieron
otro jueguito al León
Roel Santos dio jonrón
y en la tabla más subieron.
Cuatro viejos se jodieron
de un infarto en los finales.
Pues los bravos Industriales
la tomaron con Santana,
dando palos y macana
para animar sus parciales.

Vamos por seis enrachados
jugando bien en Bayamo,
hasta la gente de Guamo
fue temprano pal Barbados.
Hay caballos alistados
para el Jueguito de Estrellas.
Relucirán las más bellas
banderolas del oriente,
pues parte de nuestra gente
allí dejarán sus huellas.

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Cándido Fabré

Fabré le canta a la gente
y ¿quién le canta a Fabré?
Unas décimas le haré
a ese sonero de Oriente.
Es un arte diferente
pero nos une la rima.
Improvisando él me anima
por su clara inteligencia
y el sabor de su presencia
cuando sube a la tarima.

Cuando ese negro amanece
arrollando con su orquesta,
suena más rica la fiesta
que todo el pueblo merece.
Y es que cantando enloquece
al público en la parranda.
No hay que darle propaganda
él solo enciende la pista
porque a ese hijo de Sixta
no le hace falta ni banda.

«Aló Baby», «El Apagón»,
«La habana quiere guarachar…»,
«Guayabita del Pinar»
«Juana» y «Coge el Camarón».
«La cena del familión»,
«Ula-Ula», «El barrendero».
A Fidel: «Estoy entero»,
«Tate tranquilo, «Charará»,
«La niña quiere Cha-Cha-Chá»,
«Volverás» y «Ole torero».

«Viriato», «La garantía»,
«Cántale tú Barbarito»,
«No seas travieso Candito»,
«Una mujer policía»,
«La del barrio o María»,
«La última», «Fabré llegó»,
«Yutong», «Me lo llevaron tó»
y «La negra de Macuto»
son temas que yo disfruto
y que ese grande cantó.

Éstas décimas le pude
dedicar como poeta,
que le llegue mi tarjeta
y algún día me salude.
Espero alguien me ayude
(yo soy un tipo de ley).
Iré en vuelta de El Caney
a ver si veo a Fabré
pa decirle que encontré
su «Sombrero de yarey».

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Andaba medio fachao…

Andaba medio fachao
y me llegué al Paradero,
para gastar mi dinero
en pizzas con macho asao.
Allí las vende El Jabao
que es un tipo campechano.
No hay timbirichi cubano
que tenga tanto nivel
como el del socito aquel
en el centro de Bayamo.

Bajé por Antonio Saco
buscando algo de beber,
(es que soy de buen comer
a pesar de que estoy flaco)
Encontré un afrodisíaco
batidito de zapote.
Allí me embarré el bigote
tomándome dos vasitos,
con algunos pastelitos
para que el gusto se note.

Me colé en el Mercadito
-siendo ésta buena tienda-
para echarme una merienda
y calmar ese apetito.
Un refresco de pomito
con diez pesos resolví.
Y al rato cuando salí
me llegué a La Croquetera,
donde vacié mi cartera
por lo que allí me comí.

Un vendedor de algodón
en la esquina del paseo
aprovechaba el recreo
haciendo plata un montón.
Y le dije: Muchachón,
¿me haces uno bien bueno?
Y con el vasito lleno
de azúcar multicolor,
echó a andar el motor
de ese negocio tan pleno.

Confiando en la barriguita
-sabiendo que era mi embarque-
llegué a la esquina del parque
a comerme una rosquita.
Luego marqué en la colita
para comprarme un helado.
Y esperando allí sentado
mientras el «buque» venía,
el menudo que tenía
me lo gasté en granizado.

Almorcé en el Bar Pedrito
lo mejor de ese menú,
y a la vuelta me eché un prú
bajando por Capotico.
Me pasé un día bien rico
y me di tremenda hartá.
Llegué a casa y mi mamá
me esperaba con cariño:
-Dale báñate mi niño,
que ya la comida está.

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Felito el casabero

A Felito el casabero
lo conozco hace un montón,
de los Chávez de El padrón
cerquita de El Cebadero.
Es famoso pregonero
vendiendo tortas de antaño.
Se hace rico en fin de año
porque, como ya se sabe,
el puerco asao con casabe
casi nunca te hace daño.

Me dicen que ese negocio
cogió valor hace poco
y Felito que es un loco
no tiene siquiera un socio.
Sin el tiempo para el ocio
ha prosperado muy bien.
Pone yuca en el burén
todita la madrugada
y va en su bici atestada
con dos pilitas de a cien.

Siempre llega por mi casa
a venderme unas tortitas:
-Ponle arriba unas masitas
de carne sin mucha grasa.
No repugna, es lo que pasa
y hace buena digestión-
Yo le rimo una canción:
«Cuando ases un puerquito,
compra siempre un casabito
pa seguir la tradición».

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