Hoy a Granma le aposté
una botella de ron
y me dieron un porrón
que a «cun-cún» me lo tomé.
Con nocaut me desquité
frente al equipo Artemisa.
Usó una curva precisa
Erluis Blanco hoy de nuevo,
tanto así que su relevo
ni se sudó la camisa.
Se vio a Martí sonriendo,
ni le subió la presión
y hasta 3G en el avión
el juego estuvo siguiendo.
En el Bosque están poniendo
una bandera bien ancha.
Porque el finde habrá cumbancha
con cervezas y piñatas
y un cartel dice: «Piratas,
tamos listos pa revancha».
Se descubrió en el hotel
en un paquete que había,
un mazo de brujería
y una nota en un papel:
«Para Granma y su plantel,
no hay victoria ¡siacará!
Su defensa fallará
y será tan deslucida,
que va a sonar la barrida
que La Isla les dará.»
Naufragaron nuevamente
los caballos en Gerona,
se fue la luz en la zona
¡les quitaron la corriente!
Lapinell llamó al pariente
que narró vía quinientos:
Los piratas muy contentos
en sus mares embrujados,
mantuvieron amarrados
a los potros que andan lentos.
Se le ha visto al campeón
medio flojo ante el contrario,
no le teme al calendario –
jugó sin motivación.
Les faltó la inspiración
o deseos de ganar.
El lineup debe cambiar
si no se nota un progreso,
hay una banca pa eso
¿cuando es que van a jugar?
Los del barquito pirata
robaron la iniciativa
y con garra deportiva
nos vaciaron la piñata.
Carbó dio una serenata
de ponches y dominó.
La tanda gruesa dejó
muchos hombres en las bases,
porque no fueron capaces
de empujar y se perdió.
Se vio pasivo a Darién
jugando en el ala izquierda,
seguro es que no recuerda:
¡esos chamas corren bien!
Y Ferrales mal también
guiando a los corredores.
Se cometieron errores
difíciles de creer,
pero hay que saber perder:
ellos fueron superiores.
