Si tú quieres embarcarte en tu vida personal solo tienes que intentar con «La perra» contactarte. Siempre dice: «voy a darte» y al final no te da nada. Deja a la gente embarcada con su «patrá y palante» y se hace el importante cuando aprieta la jugada.
Y del Miki ni que hablar ese es otro personaje no hay día que no se faje y por todo protestar. Qué manera de inventar casi siempre es una guerra. No hay peñista en esta Tierra que le gane a estas figuras: Al Miki con sus locuras y al cuentero de «La perra».
Célebre personaje lidera los Caminantes sin palabras elegantes quiere imponer su lenguaje. Un discurso es su mensaje aunque nadie lo prefiera. Ser Miki no es ser cualquiera es la espina del debate designado y cuarto bate de la más rara manera.
En la más sana oración, entre la idea más grata sale el Miki y nos maltrata con esa imaginación. Por radio y televisión se resalta su figura. Echa a perder la cultura con «la quinta pata al gato» y disfraz de mentecato cuando habla sin cordura.
¿Quién es Miki? Se cuestionan los amigos de la radio. ¿Lo conocen del estadio o con él se relacionan? En las redes lo mencionan y en cada esquina también. Pero hoy nadie sabe a quién el Pachi hace alusión cuando en cada transmisión no habla de Miki tan bien.
¡No se calla ni amarrao! siempre contra la corriente nos cuenta El chino sonriente- ¡Me tiene medio cansao! «Ese es un viejo porfiao» así Toledo lo cuenta – Si no sabe se la inventa, su objetivo es contrariar. Un día lo van a «noquear» si un peñista se calienta.
En Cuba los «Mikis» sobran en toda peña hay alguno con su idioma inoportuno en su salsa maniobran. Luego sus frases te cobran la gracia de la opinión. Y no hay peor situación que aguantar a un zoquete viendo como se mete sin nunca tener razón.
