Si tú quieres embarcarte
en tu vida personal
solo tienes que intentar
con «La perra» contactarte.
Siempre dice: «voy a darte»
y al final no te da nada.
Deja a la gente embarcada
con su «patrá y palante»
y se hace el importante
cuando aprieta la jugada.
Y del Miki ni que hablar
ese es otro personaje
no hay día que no se faje
y por todo protestar.
Qué manera de inventar
casi siempre es una guerra.
No hay peñista en esta Tierra
que le gane a estas figuras:
Al Miki con sus locuras
y al cuentero de «La perra».
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