Un chiquito sospechoso
nos dio como tres jonrones
y quebró las ilusiones
del Bayamo talentoso.
Y en la tarde, ¡qué dichoso!
Alain Sánchez nos ganó.
Este sábado quedó
nuestro caballo en la granja,
porque el jugo de naranja
al beberlo lo enfermó.
Me voy para el beisbolito
que hoy será la gran final
y el Bayamo anda letal
gana los dos, segurito.
Me llevaré el radiecito
porque Pachi va a narrar.
Buena fiesta van a dar
a estos niños luchadores
que se han visto superiores
cuando salen a jugar.
Un tal Jonathan Carbó
que se plantó embullaíto,
se fue a las duchas solito
cuando Prieto la botó.
El holguinero impulsó
las cuatro para ganar.
Kelvis vino a relevar
y le dio una serenata,
a ese barquito pirata
que no pudo navegar.
Y allá en nuestro beisbolito
los pequeñines también,
ganaron a todo tren
un emotivo jueguito.
Espectáculo bonito
que animaron los parciales.
Son esas buenas señales
que aseguran el futuro,
porque estos chamas seguro
son campeones nacionales.
