Cuarenta y tres de casados se dice y parece poco pero si no me equivoco llegan a 100 conectados. Buenos, chéveres, honrados celebran su aniversario. Mando un verso en comentario y que Facebook no lo dude porque el día que yo me mude los quiero en mi vecindario.
Buscando una Duralgina para un dolor que tenía pregunté en la cuadra mía y le compré a una vecina. Vende cualquier medicina ¡Un blíster quinientos pesos! Y completos mis ingresos me cobró inhumanamente con cara de buena gente festejando sus progresos.
Un domingo iba a salir con mis hijos de paseo saliendo en mi carro veo a esa vecina venir. «Que su hermana iba a parir y en mi carro la llevara». Le dije que la montara que yo la iba a ayudar: ¡Quinientos le iba a cobrar pa que no se le olvidara!
Soltó una queja Vicente sobre el perro de Cachita, que le montó su perrita así descaradamente. ¡qué fresco e indiferente, con la suya se salió! A Moti a orinar sacó y en el Feibu entretenido nada más oyó el ladrido cuando el «ninja» aprovechó.
Casanova le pusieron a ese perrito en la casa, que no ha creído ni en raza por mucho que le prohibieron. Hasta en jaula lo metieron para darle disciplina. Pero no quedó canina virgen allí en mi barrio, ni libres del victimario perrito de mi vecina.
Y va ampliando su herencia, -las crías llevan su marca- «enganchando» es el jerarca sin que le hagan competencia. Vale más la inteligencia de ese perrito cabrón. Goza sin preocupación cambia a diario de pareja y ninguna se le queja ni exige manutención.