Como regla muy curiosa
después de dar un nocao,
sale mi equipo pasmao
de forma muy espantosa.
Con parsimonia asombrosa
los bates se les congelan.
Los contrarios se rebelan
y duele tanto el perder,
que cuando van a comer
ni en el buffet se consuelan.
Ni Chicho Anyaca batió,
a los pitchers castigaron,
a una valla nos mandaron,
y el Gallo ajeno ganó.
Raico Santos no jugó
dicen que estaba malito.
Está el promedio bajito
Granma es un «cachumbambé»,
ganan 1 y pierden 3
¡que inestable mi equipito!
Llegó al establo una queja
que mandó nuestra afición
y se hizo una reunión
anoche que fue compleja.
Se tomó la moraleja
tras un intenso debate.
Se cambió el orden al bate,
se dio banqueta a Cedeño
y el equipo, con empeño,
logró un fuera de combate.
Castillo bien se mostró
y de excelencia Tamayo,
ese chama es un caballo
¡qué jugadas se tiró!
Alezquemer se embulló,
su average no es casual.
Sigue siendo un animal,
ya no es solo por fildear
y dice que él va a llegar
al equipo nacional.
Ya no le sirve a Roel
esta liguita cubana,
el hombre ya da «macana»
siendo primer timonel.
No se imagina sin él
esta fuerte alineación.
Porque da motivación,
con su vibra y su energía,
tanto así que es la bujía
de nuestro equipo campeón.
Siempre es difícil rimar
cuando se pierde en pelota
y más cuando la derrota
no se puede ni explicar.
No es ambición de ganar
es cuestión hasta de honor.
Hoy se vio un «sin amor»
en este equipo granmense,
que induce a que uno piense
que se pudo hacer mejor.
Ni en Bayamo se ha jugado
como se debe jugar,
nos da trabajo batear
por mucho que se ha inventado.
Hasta los coachs han estado
como «pescado en nevera».
No aparece la carrera,
no se corren bien las bases,
y no hay caballos capaces
de quitarnos la flojera.
En un jueguito de infarto
los Alazanes ganaron
y el «osorbo» se quitaron
así como lo comparto.
Muy buenas vibras reparto
para el grande Pica Pica.
Y el Kelvis hoy se adjudica
otra excelente actuación
porque el título: Campeón,
sabe lo que significa.
Castillo anduvo flojito
regalando muchas bolas
y en festín de banderolas
nos ganaron el jueguito.
Anotando de a poquito
Mayabeque nos dio un susto.
El relevo fue un disgusto
ante la tropa enemiga
y Cedeño, ni se diga,
¡merienda doble por gusto!
Leandro lanzó sereno,
el Kelvis bien relevó,
Iván Prieto la botó
y Alezquemer fue el más bueno.
El Barbados se vio lleno
y hasta una ola se hizo.
Rubiera por compromiso
dio un anuncio de «Huracanes»,
pero un grupo de Alazanes
le jodieron el aviso.
Iba ganando Mojena
el MVP esta mañana
y de pronto allá en La Habana
sacaron a Arruebarruena.
El alazán por centena
de puntos iba ganando.
Hay algo que está pasando
en los minutos finales
que afecta a los orientales
cuando están participando.
El Grillo en verdad batió
pero ante el débil Cienfuegos,
mientras tanto en par juegos
el granmense se lució.
Ya sé bien lo que pasó
en esos votos virtuales.
Habaneros los parciales
(eso ya era de esperar),
así nunca iba a ganar
el domador de Industriales.
Mojena sigue enfocado
en ser el número uno:
tiró un jueguito oportuno
¡fue su tercero ganado!
Con Roel incorporado
se puso bueno el ambiente.
Se vio a Granma diferente
-se nota que él es bujía-
cumplió lo que el otro día
dijo en mensaje a su gente.
Lo de Yera es increíble,
frente a Granma se transforma,
(con tanta bulla que forma
creyéndose el invencible)
En Bayamo fue terrible
y flojita su actuación.
No nos dio una explicación,
ni sabe por qué le pasa,
que bien lejos de su casa
se le enfría el corazón.
Los del barquito pirata
robaron la iniciativa
y con garra deportiva
nos vaciaron la piñata.
Carbó dio una serenata
de ponches y dominó.
La tanda gruesa dejó
muchos hombres en las bases,
porque no fueron capaces
de empujar y se perdió.
Se vio pasivo a Darién
jugando en el ala izquierda,
seguro es que no recuerda:
¡esos chamas corren bien!
Y Ferrales mal también
guiando a los corredores.
Se cometieron errores
difíciles de creer,
pero hay que saber perder:
ellos fueron superiores.
Entró Mojena solito
a la jaula del león
y cual barbero campeón
lo repeló bien bajito.
Avilés bien calladito
le dio un jonrón a Carmona.
Y Raico que no perdona
enardeció el graderío,
donde estaba el pueblo mío
gritando ¡Ruge leona!
