Entró Mojena solito
a la jaula del león
y cual barbero campeón
lo repeló bien bajito.
Avilés bien calladito
le dio un jonrón a Carmona.
Y Raico que no perdona
enardeció el graderío,
donde estaba el pueblo mío
gritando ¡Ruge leona!
Entró Mojena solito
a la jaula del león
y cual barbero campeón
lo repeló bien bajito.
Avilés bien calladito
le dio un jonrón a Carmona.
Y Raico que no perdona
enardeció el graderío,
donde estaba el pueblo mío
gritando ¡Ruge leona!
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