Con disfraces y tacones, con pulsos y maquillaje, monta a diario un personaje Leila con sus acciones. Hoy nos sobran emociones solo viendo cuanto crece. Cada movida parece que va imitando a mamá. Tan graciosita que está, todo lo bueno merece.
Con globos y cadenetas se adorna lindo este día y uno goza la alegría de sus razones inquietas. Las rimas de los poetas quedan todas en función. Que reluzca la ocasión para esta sobri bonita, porque sonriendo amerita una gran celebración.
¡Guarda la cincha Riquene!, ¡Cojan el surco señores! Seremos Agricultores para la serie que viene. Este nombre nos conviene, al fin esto va a cambiar. Granma, Tunas, ¡a sembrar!, la Comisión nos convida, ahora sí que habrá comida, no tendremos que importar.
La picazón de Renier llega a las redes sociales. Hoy en medios nacionales nos contó su parecer. Dice el «niño» que el perder tiene «justificaciones». Grandes urbes (¿Los leones?) son los únicos que pueden y que mientras no los lleven no tendremos ilusiones.
Si con Granma hoy no se gana, que no pague «platos rotos», hace rato que no hay fotos de una medalla cubana. O tú piensas en La Habana, o en Santiago o en Pinar o en Cuba entera encontrar un dream team con condiciones? Mejor no des opiniones que más te vas a chotear.
Las causas ya las sabemos -es la triste realidad-, ha perdido calidad esta liga que tenemos. Por mucho que disfrutemos no basta con optimismo. Suelta ya ese fanatismo que tienes contra mi equipo pasa la página, pipo, que siempre tas en lo mismo!
Hoy sí debemos contar que los potros deslucieron, esos «niños» nos vencieron casi casi sin sudar. Se olvidaron de batear los de experiencias y viejos. Muy lentos y sin reflejos, como sin armas en jon. Ni chicharritas, ni ron, jugando así no hay festejos.
Bien es cierto que perdimos y que la cosa está dura, que allí nos pasa factura el nivel adonde fuimos. Pero no importa, tuvimos el honor de un campeonato. Anda hoy el chucho sato pululando por las redes. Esos que «pitan», ¿y ustedes? ¡no van al Cuba hace rato!
Nos ganó la «bestia negra» de Cuba en el extranjero, (con el «staff» tan bolero, cualquier contrario se alegra). Si este equipito se integra buenas cosas podrá hacer. Lo que no pude entender fue esa triste narración. ¿No tendrán motivación ni Rodolfo ni Reinier?
Jueguen, tetracampeones, como si fuera aquí en casa, que poco a poco se engrasa el tubo de sus cañones. Ya nos dieron emociones, salgan pues a divertirse. Con el que sea, a batirse, que ustedes saben ganar. No dejen de batallar, y mucho menos rendirse.
Relucieron sus colores en el abanderamiento y después del juramento recibieron lindas flores. Para Holanda los mejores de mi serie nacional. Lleva Martí en el morral el «resguardo» que empleó, pues con ese le ganó a Ferrer en la final.
Y sigue el ambiente en vilo, que si era out o era quieto, he visto en Feibu un panfleto: «¡Jodieron al cocodrilo!» El campeón anda tranquilo nadie lo va a disgustar. Si en verdad quieren llorar que lloren hacia el Latino, no tiene culpa el equino por esa pifia al cantar.
Ni decidió el campeonato, ni se cambiaba la historia, porque, amigos, la victoria era granmense hace rato. Para todo el insensato le va un mensaje bonito: A mi Bayamo lo invito -deje ya de protestar- venga al Bosque a celebrar que yo le lleno el pomito.
Qué sabrosa esta victoria, cuánto añoro estar allí. Alza el trofeo, Martí, ¡el cuarto de nuestra historia! Otra vez tocan la gloria estos valiosos titanes. Sin estar entre los planes, con ausencias y lesiones, nos llenaron de emociones nuestros bravos Alazanes.
Venecia, Palma, Carlitos, Abreu, Avilés, Milán, Mojena, César, Iván, Alexquemer, Tamayito, Kelvis, Millán, Pedrito, Cedeño, Prieto, Darién. Leandro, Paradelo, bien junto a Castillo aportaron y a los caballos llevaron a esa victoria también.
Gumer, Erluis, Luis Miguel, Valle, Frómeta, Mayito, Carlos Santana, Monguito, nuestras palmas para él. Carlos Martí el timonel, Chicho, Ciro, Luis Ernesto, y a los Santos, por supuesto, va esta felicitación, porque han puesto el corazón y también brindan por ésto.
Con sus trotes provocaron llantos, gritos y suspiros. Nobles, serios y guajiros pero bien nos alegraron. El respeto se ganaron y total admiración. Este llanto de emoción con un trago me lo quito viendo el cartel tan bonito que dice GRANMA CAMPEÓN.
Hoy me subió la presión y ni la calma tenía para escribir la poesía por culpa de mi emoción. ¿Cómo vieron al campeón, no dije que remontaba? Esto mañana se acaba, así estaba en nuestros planes, ganando los Alazanes como mi gente esperaba.
Un monumento a Castillo (o mejor, denle la visa) porque Holanda lo precisa como el pitcher de más brillo. Ni batearle pudo el Grillo que en estos tiempos se crece. Hoy el bosque se estremece y mañana una pancarta dirá: «Tenemos la cuarta, mi pueblo se lo merece!