Saltar al contenido

Categoría: Misceláneas

«La batuquiá»

Ir a una fiesta en Oriente
tiene su toque especial
y no solo en carnaval,
se goza en cualquier ambiente.
Hay un fervor en su gente,
muy difícil de igualar.
Es patrimonio el andar
curda por naturaleza
y el termito de cerveza
nunca nos puede faltar.

El que tiene más dinero
con la Cristal alardea
y el otro bando guapea
su jarra con el pipero.
Esa a granel yo prefiero
sin espuma y santiguá.
Así y todo quedará
como aporte cultural
y por ser tan especial
le pusimos: «Batuquiá».

Si anda cerca un inspector
son diez pesos el pepino
y si no, como asesino,
quiere doce el vendedor.
En piquete irá mejor
pues se rota la ponina.
Casi siempre uno termina
bebiendo más con poquito
y se comparte el pomito
cerquita de la tarima.

El Bosque siempre caliente
la «Batuquiá» no se agota
y si hay juego de pelota
pallá se mueve la gente.
Qué gozadera se siente
aunque el dinero es escaso.
A cada rato yo paso
por si un amigo me invita,
traigo siempre una jabita
y mi pomo por si acaso.

Loading

¿No se puede ser patriota…?

¿No se puede ser patriota
del otro lado del mar?
ponlo en Google y da «buscar»
y lee tú mismo la nota.
El que sigue la pelota
entiende mejor la rima.
Es mi tema en la tarima
-no lo quieras tú mezclar-
mucho menos comparar
verseándote mi doctrina.

Bajo esta otra bandera
-esa misma que ves tú-
nada cambia en mi virtud
lo sabe mi Cuba entera.
No porque estemos afuera
pensaríamos diferente.
Uno expresa lo que siente
cada cual con su optimismo
porque anhelamos lo mismo:
lo mejor pa nuestra gente.

Loading

La vacuna…!

Me llegó una citación
como a eso de la una,
que nos tocaba vacuna
para esta circunscripción.
Y fui por esa inyección
buscando la enfermería.
¡Qué tembladera la mía
como miedo que te embruja,
al ver la tremenda aguja
que a complicarme venía!.

Ni el nombre me preguntaron
solo firmar un papel
y un poco de alcohol en gel
por las manos me frotaron.
En la silla me sentaron
como si preso estuviera.
Luego vino una enfermera
con la bazuca en la mano
y me dijo, psst, cubano
hoy te toca la primera.

¿Padeces qué enfermedad?
¿Eres alérgico a qué?
¿Fumas, bebes, café?
Repíteme bien tu edad.
Se me ocurrió una maldad
que no tenía como plan.
Y soltándole un refrán
dije, qué, ¿no se me nota?
fanático a la pelota
y soy de raza alazán.

SINOVAC me fue inyectada,
esa fue la que alcancé
inmunizado estaré
en la próxima jornada.
Vi a mi Cuba reflejada
esa tierra sin remplazo.
Y dando sereno mi brazo
con la bandera cubana,
quería que con SOBERANA
me dieran ese pinchazo.

Loading

La jirafa-verraco

Desde Ciego, esta mañana,
una jirafa-verraco,
viajó al paradisiaco
zoológico de La Habana.
Salió en plena caravana
a cumplir una misión:
Dar su contribución
a las causas jiraferas,
«montar» a unas compañeras
para su reproducción.

Iba «Félix» optimista
con el cuello a todo largo
pasando por el amargo
trayecto de la autopista.
Se hizo el marabarista
bandeando cables y puentes.
Y con gestos sonrientes
iba él solo celebrando
pues lo estaban esperando
las jirafitas calientes.

Loading

Carlos Martí

Valioso Carlos Martí
mis décimas te debía
no encontraba la elegía
más bonita para ti.
Creo que al fin la conseguí
viéndote en la tribuna.
Te ha llegado la fortuna
que en tu vida construiste
y hoy contento recibiste
la copa más oportuna.

Orgullo del cafetal,
de tu madre que te sigue,
del pueblo que te recibe
en cada serie nacional.
Fuiste alumno integral
de Pedrito y de Marrero.
Y Ealo allá en el cielo
se sonríe con orgullo
viendo como un hijo suyo
es un manager modelo.

¡Cuarenta y siete ocasiones
en que has sido director!
tienes el premio mayor
y con sobradas razones.
Reviviste las pasiones
con tu buena trayectoria.
Y nos llevaste a la gloria
con maestría y con talento
que hay que hacerte un monumento
por tantos años de historia.

Loading

El «juguete» de Mireya

Tiene Mireya un juguete
nuevo que se compró:
un Alcatel que costó
una pila de “billete”.
Ahora sí no queda brete
que no tenga cobertura.
Le va a ganar a tía Pura,
a Mercedes y a Ismaray:
-“Como este “yerro” no hay
ahora sí estoy a la altura”-.

Me da gracia porque ahora
se le quema la comida,
porque vive entretenida
conectada a cualquier hora.
«Mejor que computadora»
-le contó en chat a Yinet-.
Y un paquete de internet
casi no le dura nada
pues mete «video llamada»
con Magaly y Yamilet.

Tiene pa alarma y linterna,
tiene Feijbu y Telegram,
sube a Tik-Tok y a Instagram
y sobra memoria interna.
Ahora es abuela moderna,
hasta audífonos compró.
¿Y saben lo que instaló
que la tiene tranquilita?
La APK de la Bolita
donde ve «lo que salió».

Y me escribe en desespero
pa que le haga una recarga,
porque el bono se le alarga
y así no pierde el dinero.
Con ETECSA, el monedero
entero no va alcanzar.
Y cuando la luz va a pagar
solo pincha en un botón
y hace la transacción
desde el mismo celular.

Tiene furia la señora
del juguetico virtuoso
y a su marido celoso
ni caso le hace ahora.
Hoy en día es inversora
del Bitcoin y esa jugada.
Mejor no critico nada,
ni rimo más de chistoso,
pues nada más peligroso
que una vieja «conectada».

Loading

Ballester

Digno ejemplo en ejercer
la más linda profesión
héroe de la Educación
el querido Ballester.
Es que nació para ser
caudal de amor y esperanza,
ganándose la confianza
de sus tantos estudiantes,
ahora recoge triunfante
el fruto de su enseñanza.

En mi recuerdo perdura
su trato amable y sonriente,
carácter sobresaliente
con bondad y con cordura.
De inigualable figura,
emprende, sonríe, motiva.
De una pasión muy activa
transmitiendo sus valores,
sus alumnos son las flores
que con entrega cultiva.

Loading

«Se reparan cafeteras»

Me mandó un correo Gabriela
la que vive allá en Tranquera
-se rompió su cafetera
y desde anoche no cuela-
Y sin darle mucha muela
la mandé con mi cuñado.
Es mecánico «estudiado»
y que se la arreglaría,
que fuera de parte mía
y le diera mi recado.

Y allá fue tan embullada
con este traste barato
con la ilusión de que al rato
ya la tuviera arreglada.
Pero salió disgustada
al igual que como entró.
El cuñi le respondió:
«Tienen que ser de las viejas,
porque si son muy complejas
y de esas no arreglo yo.

¡Vaya técnico es usted!
dijo la vieja indispuesta
que se quedó muy molesta
y sin tomarse el café-.
Ahora ni sé lo que haré
si no la arreglo me muero.
Y en su pleno desespero
le dijo: Sin ofender,
es que no puedo entender
como que usted es ingeniero.

Mire, le explico señora,
-dijo Yoanly apenado-
es que soy recién graduado
y estoy empezando ahora.
Déjemela y en una hora
prometo le avisaré.
Veré si cuela el café
y le encuentro yo el detalle
esperando a que no falle
y decir que la arreglé.

Y cuando al rato volvió
a eso de la una y cuarto
casi le da un infarto
cuando la cafetera vio.
El cuñao la desarmó
y no la sabía ni armar.
Eso nunca iba a colar
la cosa estaba peor.
«Es usted un estafador
yo no le voy ni a pagar».

Loading

No, no nos entendemos…

A Trump: !No nos entendemos!
Mientras los imperialistas
saquen sus leyes facistas
No, que va, no entenderemos.
Y así igual continuaremos
contra la ley que se anote
hasta que el aire se agote
o se cansen del intento
Contra Cuba no hay invento
Ni Helms-Burton ni Garrote.

Loading

En venta mi polaquito

«En venta mi polaquito»
-dijo Juan en su reporte-
quiero cambiar de transporte
ese me queda chiquito.
Además ya está viejito
y no da más su motor
compro uno nuevo mejor
con la plata que me den
y me quedaría también
para un «bisne» posterior.

Pero antes de renunciar
a este «tesoro» rodante
-chiquito, pero «gigante»-
lo tengo que homenajear.
Mucho me ahorró caminar
por más que lo reparé
nunca he virado a pie
aunque falló muchas veces
es digno que se merece
decirle «te extrañaré».

Loma arriba, loma abajo,
el «polski» fue guerrillero.
Recorrió el país entero
sin pasar mucho trabajo.
Tantas cargas que me trajo,
los enfermos que llevó,
los récords que me marcó
metiendo gente en un viaje.
No digo yo un homenaje
¡una tarja le hago yo!

En mi día de aniversario
quiero velitas de a cien
para cantarle también
al polaco octogenario.
Auto revolucionario
mi reliquia familiar
acompañante ejemplar
de fiestas y paritorios,
de mudanzas y velorios
cumpliendo sin protestar.

Loading